¿Cuándo se siente amado un adolescente por parte de sus padres?
Aina Miralles www.ainamiralles.com
♦ Psicología | Sexología | Terapia Familiar ♦
En su búsqueda por la independencia, puede parecer que los adolescentes rechazan a sus padres. Un nuevo estudio sugiere que la clave para hacer que se sientan queridos es ser cálidos de manera continuada, incluso durante situaciones conflictivas.
La crianza de adolescentes puede parecerse a caminar por la cuerda floja, al intentar mantener un equilibrio entre acompañarlos en su camino por el mundo y retirarse cediéndoles el paso como reconocimiento de su independencia creciente. A pesar de todos nuestros intentos de mostrar amor y cuidado, esto a menudo puede terminar en conflicto con nuestros hijos.
Un nuevo estudio nos ofrece luz cobre cómo ayudar a los adolescentes a sentirse amados. El psicólogo John Coffey y sus colegas midieron a más de 150 adolescentes (de entre 13 y 16 años) y a sus padres -la mayoría de ellos de raza blanca y pertenecientes a familias biparentales en EE.UU.- durante 21 días. Cada tarde, el padre (normalmente la madre) recibía una encuesta que media calidez/afecto y conflicto en su relación con sus hijos adolescentes. La calidez recogía cuánto reconocimiento, comprensión y afecto habían mostrado hacia sus hijos ese día; el conflicto incluía cuanto enfado había mostrado a sus hijos ese día. A los adolescentes sólo se les realizaba una pregunta cada tarde: ¿Cuán querido te has sentido por tus padres en el día de hoy?.
Los investigadores descubrieron que los adolescentes en general se sentían queridos en un nivel medio – alto, con fluctuaciones durante esos 21 días. Esto era así incluso en relaciones entre padre/madre – adolescente que calificadas como cercanas, con mucho respeto y sensibilidad por parte de los adolescentes. También encontraron que algunos adolescentes no se sentían en absoluto queridos por sus padres algunos días.
Tal y como se esperaba, los adolescentes se sentían más queridos los días que sus padres mostraban más calidez y, se sentían menos queridos los días que había mayor conflicto con sus padres. ¿El hallazgo interesante? Los días que los padres eran más cálidos, el conflicto entre ellos no pesaba tanto sobre cuan amados se sentían los adolescentes. En otras palabras, ser cálidos y afectuosos hacia los adolescentes parecía proteger frente al conflicto.
De acuerdo con Coffey y sus colegas, estos hallazgos son importantes porque las experiencias emocionales pueden influenciar las habilidades de afrontamiento y el comportamiento de los adolescentes de manera que pueden afectar a su bienestar a largo plazo. Cuando los adolescentes habitualmente no se sienten queridos por largos periodos de tiempo, pueden estar en riesgo de enfermedad mental, tal como la depresión.
Estoy hallazgos pueden ayudar a los padres a reconocer que ofrecer a sus hijos adolescentes calidez a diario independientemente de su conducta, puede fortalecer su relación, especialmente de cara al conflicto. Esto puede significar halagar o abrazar, o expresar empatía hacía lo que les este pasando. Se puede incluso llevar un diario de interacciones con los hijos que puede ayudarnos a darnos cuenta de los patrones de interacción y observar cómo la calidez marca la diferencia.
“El amor debe estar presente en el día a día- incluso en relaciones cercanas y de larga duración”, explica Coffey y sus colegas. “Para los padres, mantener una relación con sus hijos puede ser complicado. El conflicto es un elemento ineludible en la crianza, pero no es necesariamente un elemento (disfuncional)”.
Los padres y los hijos adolescentes pueden encontrar a diario maneras de dar y recibir calidez que nutra el amor entre ellos. De esta manera, estos momentos de amor se acumular como un yacimiento al que acudir para limar asperezas cuando los desencuentros inevitablemente ocurren.
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